martes, 29 de septiembre de 2015

Soy desde tus anhelos



A ti Rosangélica; hija Amada


Soy desde tus anhelos un héroe en un pedacito perdido de una vida casi que olvidada
soy parte de tus sueños porque un día decidí colearme en un mundo ajeno
y ya no me encuentro sin ti pequeña
ya no me encuentro entre mis papeles arrugados y la taza del café
ni siquiera entre mi nostalgia eterna
Nada digo pequeña
nada digo lejos de tu aroma
y ya no me explico los amaneceres y las noches con metáforas infinitas
nada soy pequeña mía, nada soy lejos de tu mundo
de tu voz y tus anhelos
nada soy si no me contagio de tu risa
si no se suben a mi historia tus días
Ya la muerte no me es indiferente porque quiero vivir para verte y reverte
y ganar cada segundo para beberme tu tristeza
cada vez que ella se asome malviviente y descarada
Cómo espanto tus miedos sin sobreprotegerte 
cómo alivio tus pasos con alfombras de apamates
Eres desde ese día en que me nombraste e incluso desde antes de mi sol
un trozo de este cielo sin capota y con destello
eres una brisa discreta entre tanto ruido
que se asoma a la ventana de mi vida para gritarme un amor sin tropiezos
un amor sin reservas
un amor dueño de todo lo que tocas
Y yo tan solo quiero ser rodeado de tus brazos
y escucharte una y otra vez desde tu voz de hija acurrucar los buenos tiempos
y si se me va la vida que sea para aupar tu risa
para que nadie se atreva a borrarla de tu rostro 
ni de cualquier rostro que estuvo condenado a las lágrimas
Llévame en un recuerdo indeleble cuando llegue el tiempo de las despedidas
llévame sin gotas tristes
sin la brevedad del ocaso
sin la pretensión del que llora y calla
llévame como una bala entre las horas
llévame como un lucero entre las flores
llévame como un cuento que te arrulla
llévame con tu amor a canto y grito
con tu amor a rajatabla
sin miedo
sin adioses infinitos
y viviré sin ser ausencia
en la plenitud de tus abrazos 
y en la paz de tus suspiros

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